viernes, 13 de septiembre de 2019

Actualización 13 de agosto de 2019

Se ha actualizado el blog de "Misterios de las Baleares" con el siguiente artículo:


Espero que sea de vuestro agrado e interés.

OVNIS: Un fenómeno que pasó de moda

 
Por Misterios de las Baleares
 
Fotografía de las dos páginas del artículo “OVNIS: Un fenómeno que pasó de moda”

El pasado 18 de agosto del presente año (2019), el diario Última Hora publicó un artículo titulado “OVNIS: Un fenómeno que pasó de moda”, escrito por el periodista Miguel Soler. Ocupa dos páginas completas, las páginas 22 y 23 de la edición de ese día, algo que no se veía desde hace tiempo, en el sentido de que no es muy común que el tema OVNI ocupe tanto espacio en un medio de comunicación no especializado en el mundo del misterio, al menos en fechas recientes. El artículo incluye varias imágenes, destacando las imágenes de algunas noticias publicadas en prensa relacionadas con el tema OVNI en Baleares, en concreto el caso Haussman y el caso Manises, así como una página perteneciente al expediente desclasificado por el Ministerio de Defensa sobre el mencionado caso Manises. En este artículo también encontramos una entrevista realizada al contactado e “investigador” (sic) Salvador Díez así como dos recuadros, uno a pie a pie de la primera página del artículo con el título “Los antecedentes”, dividido en tres apartados que tratan sobre la mención de posibles avistamientos de OVNIs en los textos bíblicos, el cambio de nombre de platillo volante a OVNI, y el primer caso producido en España, todo esto acompañado por una imagen de la película “Encuentros en la Tercera Fase”, que si bien queda muy bien estéticamente, no tiene nada que ver con lo mencionado en el texto. El segundo recuadro se encuentra en la segunda página con el título “La Serra de Tramuntana, un enclave mágico con leyendas ufológicas” acompañado con la fotografía del presunto OVNI de Manises tomada en Sóller. Este artículo tiene una versión digital, que no incluye la entrevista a Salvador Díez ni los dos recuadros mencionados, y que puede consultarse aquí.

Gracias a José María Ibañez, investigador y a la vez director y presentador del programa radiofónico “La Realidad Oculta”, tuve conocimiento de la publicación de este artículo. Pronto varios amigos relacionados con el mundo del misterio informaron de su publicación. Si bien al principio tuve que contentarme con copias fotográficas, en cuanto pude me hice con un ejemplar en papel, pero he aquí que si ya en las imágenes que me habían llegado, había visto cosas que no me gustaban, al leerlo con detenimiento la decepción fue mayúscula. Nada más comenzar a leer este artículo pude apreciar varios errores, motivo por el cual he decidido redactar la presente entrada. Ni que decir que no dudo de la profesionalidad del periodista que ha redactado este artículo, y mi intención es simplemente corregir de alguna manera estos errores, y aunque tal vez no lo parezca por el tono que pueda desprender este escrito, mi pretensión en todo momento ha sido hacerlo de forma constructiva. Vamos a ir puntualizando.

Para empezar, como bien dicen y aquí no se equivocan, ya hay referencias de avistamientos de luces o máquinas extrañas, e incluso tripulantes, en el siglo XIX, pero el fenómeno OVNI no comenzó a partir del caso Roswell como se menciona en el artículo, que consistió en el presunto estrellamiento de un OVNI en Nuevo México, Estados Unidos, sino que se inicia con el avistamiento de Kenneth Arnold de nueve objetos sobre el monte Rainier, en el estado de Washington, el 24 de junio de 1947, unas semanas antes del suceso de Roswell, que tuvo lugar a principios de julio. En esas fechas aún no se utilizaba el término OVNI, sino que a estos objetos se les llamaba “platillos volantes”, debido a una malinterpretación que hizo un periodista sobre el avistamiento de Kenneth Arnold, relacionando la forma como se desplazaban los objetos con su forma física. Según Arnold tenían una forma parecida a un plato de tarta al que le han cortado un pedazo triangular en la parte trasera, como una especie de ala delta o boomerang, y que se desplazaban como “un platillo que saltara sobre el agua”. Sobre el caso de Kenneth Arnold tienen más información en el artículo “Kenneth Arnold, el inicio oficial del fenómeno OVNI” dividido en dos partes: Parte 1, Parte 2.

La siguiente puntualización viene con la afirmación de que el tema OVNI tardó dos décadas en llegar a Mallorca, o sea, hacia 1967. No es así. El primer avistamiento en Mallorca del que se tiene noticia tras el suceso de Kenneth Arnold fue en 1950, el 25 de marzo de ese año, con el conocido caso Haussman, del cual ya nos hicimos eco en este blog y cuya entrada se puede consultar aquí. El fotógrafo y corresponsal del NO-DO, Enrique Haussman, junto a su equipo, observó y fotografió un presunto OVNI cerca de Montuïri, siendo la primera fotografía de un OVNI que se tomaba en nuestro país. Para rizar más el rizo sobre esta afirmación, el artículo viene acompañado por la imagen de la portada de un diario, en el cual se observa dicha imagen. Así que esta afirmación queda en entredicho, precisamente con una imagen que acompaña al artículo.

El siguiente punto a comentar es referente al caso Ordovás-Carvajal, uno de los clásicos de la ufología hispana, al ser motivo de investigación militar por parte del Ejército del Aire y popularizado no en un extenso artículo como se dice, sino por el libro “Materia Reservada” del investigador J.J. Benítez, publicado por primera vez en 1993 por la editorial Planeta. Aparte de lo dicho sobre el libro de Benítez, que no artículo, se agradece que por una vez no recurran al tan repetido caso Manises, aunque tenga más relación Manises con Baleares que el caso Ordovás-Carvajal, cuyo avistamiento tuvo lugar ya llegando a la península, y que lo único que tiene relación con las islas es que el avión despegó de Palma. Algo que no he visto que se mencione en el artículo es que fue uno de los casos que desclasificó el Ejército de Aire cuando realizó la desclasificación de los expedientes OVNI que había investigado. A pesar de las luces y sombras que tuvo este proceso, me parece curioso que no se mencione en el artículo. Por cierto, todos los expedientes desclasificados y algún material adicional, se pueden consultar y descargar en formato pdf desde la página de la Biblioteca Virtual del Ministerio de Defensa.

Sigamos, según el autor del artículo, a partir de entonces el interés de los OVNIs fue en aumento, bueno, se le puede dar la razón en parte, ya que el caso Ordovás-Carvajal está englobado dentro de una oleada OVNI que hubo en la península entre 1968 y 1969, aunque curiosamente en las islas pasó sin pena ni gloria. No sería hasta la década de los setenta, cuando dentro de una nueva oleada de avistamientos, que sería la más importante que ha habido hasta el momento debido al número y calidad de los mismos, que Baleares se convertiría en un punto caliente de avistamientos de OVNIs. Como bien se dice en el artículo Juan Coll, no tanto un entusiasta como se dice, sino una especie de contactado, muy peculiar eso sí, reunió en junio de 1979 a una gran multitud de personas en la zona del Puig Major, ahora bien el periodista se equivoca, no fueron centenares de personas, sino miles, entre 3000 y 4000 personas, que colapsaron los accesos a los embalses. Al año siguiente se repitió el mismo evento, pero en esta ocasión sí que fueron solo unos centenares de personas los que acudieron. Sobre este tema hablaremos próximamente en este blog por lo que no me extenderé mucho al respecto.

Vayamos a lo que se dice en los tres apartados del recuadro “Los antecedentes”. El primero de ellos trata sobre la mención en los textos bíblicos de posibles avistamientos de OVNI. Según se indica el primer encuentro de un presunto extraterrestre y un ser humano sería el episodio en el cual Moisés asciende al monte Sinaí y se encuentra con una zarza ardiente que le habla. Es curioso como lo relaciona con el fenómeno actual, indicando que los puntos elevados han sido los lugares escogidos para afirmar que allí se verían OVNIs, algo totalmente cierto en la mayoría de ocasiones, y siempre relacionados con el fenómeno del contactismo. Esta relación del tema OVNI con los textos sagrados comenzó en los años setenta, cuando una serie de investigadores, como el suizo Erich von Dänniken, relacionaban los adelantos de las grandes culturas del pasado con la visita de seres extraterrestres, algo que al día de hoy no se ha podido demostrar. Uno de los episodios bíblicos que más suele relacionarse con el tema OVNI es la visión del profeta Ezequiel de unos objetos y criaturas que fueron reinterpretados como astronautas y sus naves, e incluso un antiguo ingeniero de la NASA, Joseph F. Blumrich escéptico en un principio, tras leer las afirmaciones de von Däniken por un lado, y estudiar la visión de Ezequiel, se convenció de esta afirmación y patentó una rueda diseñada en base a esta visión, junto con un libro explicando su investigación. Si bien no deja de ser curioso, no deja tampoco de ser una interpretación moderna de un texto que ha sufrido modificaciones a lo largo de los siglos, y que refleja un episodio o visión cuya fiabilidad y realidad no sabemos cual es, por lo que a pesar de la aportación del ingeniero Blumrich, no podemos tampoco considerarla una prueba fiable de la presencia extraterrestre en el pasado ni en los textos bíblicos, y menos enlazar este u otros episodios con el fenómeno OVNI en la actualidad.

El segundo apartado de este recuadro nos habla de como se cambió el término OVNI por el de “Platillo Volante”, para darle más seriedad, atribuyéndolo al ufólogo J. Allen Hynek. Hay que decir que Hynek era un astrofísico y es considerado el padre de la ufología moderna, y uno de los grandes investigadores OVNI, que estuvo involucrado durante más de una década en los diferentes proyectos que el Ejército del Aire dedicó para el estudio de los OVNIs, el proyecto Sign, proyecto Grudge y el más famoso de todos y que más duración tuvo, el proyecto Blue Book (Libro Azul). Pero lo que hizo Hynek no fue crear el término OVNI (UFO en inglés), sino los tres tipos de avistamientos que se producen a la hora de tener una experiencia OVNI. Quien creó este término fue el primer director del proyecto Blue Book, el capitán de la Fuerza Aérea Edward J. Ruppelt.

Por último, se afirma que el primer caso del que se tiene constancia en España ocurrió en 1826 en Campo de Criptana, cuando una bola de fuego cayó a tierra. Por lo que se sabe parece que se trató de un meteorito, y así se consideró en su momento, siendo mencionado en varias revistas extranjeras sobre astronomía de la época. He de reconocer que no sabría decir en este momento cual es el primer caso OVNI del que se tiene constancia en nuestro país, pero sí que estoy seguro que hay episodios más antiguos que este, y eso dejando de lado aquellos relatos o leyendas que incluyen luces extrañas, de los cuales hay en abundancia a lo largo y ancho de la Península Ibérica y de las islas.

El segundo recuadro sobre “La Serra de Tramuntana, un enclave mágico con leyendas ufológicas”nos explica los puntos que conmumente se relacionan con la aparición de OVNIs en la Serra de Tramuntana, vinculado con una “zona ventana” y que se situaba delante d eCala Tuent, entre Deià y sa Calobra, así como que es mencionado por el escritor Carlos Garrido en su obra “Mallorca Mágica”. En líneas generales es bastante correcto, aunque la indicación geográfica es confusa, ya que Cala Tuent está al lado de sa Calobra, y si bien se encuentra entre Deià y sa Calobra, los que conocemos esta zona sabemos que ese espacio es muy amplio. Otra cosa es que se quisiese mencionar que la zona de la serra que más se ha relacionado con avistamientos se encuentre entre Deià y sa Calobra, algo que sería más coherente. Respecto a Carlos Garrido y su libro, no le dedica un capítulo entero al tema de los OVNIs en Mallorca, es un apartado dentro de un capítulo más amplio que dedica a temas tan variados como el espiritismo, la masonería, etc., ahora bien, el espacio que Carlos Garrido dedica en su libro al tema OVNI en Mallorca es bastante extenso en comparación con lo publicado hasta ese momento en ninguna otra obra que tocase el tema OVNI y mencionase a las Baleares. Tal vez la única que le superaba era “Incidente en Manises” del investigador J.J. Benítez, que dedica un capítulo entero a la famosa fotografía del caso Manises, y de Joan Coll, mencionado anteriormente, y del autor de la fotografía, Pep Climent, vinculado al grupo de Coll. Hasta entonces las principales referencias sobre Baleares se encontraban principalmente en prensa, y la cosa no ha cambiado mucho desde 1988, fecha en que se publicó el libro de Carlos Garrido, siendo las obras que dedican un espacio al fenómeno OVNI en las Baleares muy escasas, a pesar de que se supone que un lugar geográfico con una gran casuística.

La entrevista del “investigador” y contactado Salvador Díez sigue en la línea de declaraciones anteriores que ha realizado en este y otros medios de comunicación. En resumen, nos visitan, algunos extraterrestres están entre nosotros, son físicamente parecidos a nosotros, los gobiernos saben más de lo que dicen y ocultan la información para no alarmar. No ha cambiado mucho su discurso en treinta años, y que se le tome en serio dependerá de lo que pueda pensar o creer al respecto cada uno. Al día de hoy, a pesar de las presuntas pruebas que ha aportado y de sus declaraciones, no ha demostrado de forma contundente la realidad de sus experiencias, a las que se les podrían dar múltiples explicaciones convencionales. También es verdad que nadie se ha preocupado de investigar su caso como toca, si es que deja que se le investigue y que se puedan confirmar o rebatir sus experiencias con pruebas. Al final, como he dicho anteriormente, dependerá de lo que piense, o crea, cada uno. Si que me llama la atención que pongan una fotografía suya que no es reciente, sacada de una entrevista publicada en este mismo diario el 9 de marzo del 2003. Por cierto, el lector verá que pongo entre comillas la palabra “investigador”, porque si bien no se puede negar que Salvador investiga, a su modo, el tema OVNI, no es un investigador como pueda serlo un ufólogo, ya que su campo principal se centra en sus propias experiencias, y lo que hace normalmente cuando le llega un caso no es analizarlo para ver si es un fenómeno genuino o no, suele darlo por bueno y como prueba de la veracidad de sus propias experiencias y afirmaciones, así como una constancia más de la gran cantidad de avistamientos que hay, según él. Un investigador OVNI no es un contactado, un contactado entrará en el campo de estudio del tema OVNI pero no se puede decir que investigue, o si investiga lo hará en base a sus experiencias, por lo que su grado de objetividad y parcialidad será siempre dudoso, y con esto no quiero decir que mientan, sino que no se puede garantizar que no puedan estar influenciados por sus presuntas experiencias o creencias. Un ufólogo en cambio usará una metodología, mejor o peor, para intentar discriminar que casos son auténticos y a partir de ahí formular hipótesis de trabajo, tanto para explicar los casos que investiga, como del fenómeno en sí, o al menos esta es la teoría, otra cosa es que muchos investigadores se dejen llevar por sus creencias y dejen la objetividad e imparcialidad para otros temas.

Por último, hay que puntualizar también la reflexión final que realiza el periodista sobre este tema. Si bien es verdad que tras los fiascos de Joan Coll el interés por el tema OVNI comenzó a menguar en Mallorca, no fue exclusivamente por el fracaso de estas convocatorias. Tras el boom OVNI de finales de los setenta en nuestro país, el tema se saturó. El público en general dejó de mostrar el mismo interés, no solo aquí sino también en el resto del país, y se dejó de hablar paulatinamente en los medios de comunicación a principios de los años ochenta del pasado siglo. A esto hay que sumar un gran descenso en el número de casos. Podríamos decir que el tema OVNI, a nivel informativo, derivó en una burbuja informativa y mediática ufológica que reventó, y ya sabemos que pasa cuando revienta una burbuja, ya sea económica o como en este caso, mediática, se suele entrar en un periodo de crisis. A finales de los ochenta el tema OVNI comenzó de nuevo a recuperarse, aunque no alcanzó las cotas de popularidad e interés como a finales de los setenta, incluso la casuística, a pesar de aumentar el numero de reportes en avistamientos, no llegó a alcanzar ni el número ni la calidad de años anteriores. Aquí en Baleares pasó lo mismo, aunque en materia de casuística se puede decir que la recuperación ha sido mínima, aunque dependerá también de a quien se pregunte. Según algunos presuntos contactados, como el entrevistado Salvador Díez, dirán que hay una gran cantidad de avistamientos, pero los que vemos el contactismo desde afuera, o lo tocamos a la hora de investigar, vemos que no es así, además de que se han ido produciendo cambios en la misma casuística respecto a años anteriores. Desde entonces, tanto aquí como en la península, ha tenido épocas de mayor o menor interés, pero sigue siendo un campo que se continúa investigando, la prueba está en la publicación estos últimos años de obras que han aportado aire fresco a la comprensión de este tema, con hipótesis que si bien no se pueden demostrar todavía, al menos invitan a la reflexión sobre un tema complejo, principalmente por las implicaciones sociológicas que arrastra. Ejemplos de estas obras son “OVNIS, del espacio exterior al espacio interior”, del investigador Moisés Garrido, “Distorsión. ¿Una teoría explicativa? Ovnis, apariciones marianas, bigfoots, hadas, fantasmas y extrañas criaturas”, del investigador José Antonio Caravaca, dos obras que aportan una nueva visión sobre el tema, lejos de la teoría extraterrestre, “El caso Amaury Rivera”, del investigador Pedro Canto, que desmonta el caso de este presunto contactado, o para finalizar “OVNI alta extrañeza” del investigador Manuel Carballal. Cuatro ejemplos recientes de bibliografía que indican que el tema no está tan muerto como se piensa, y el cual aún se tiene que trabajar mucho, y se sigue trabajando, para llegar a aclarar muchas cosas, antes de tener una conclusión definitiva sobre el mismo, ya sea positiva o negativa.

En resumen, es un artículo que confunde más que informa. Me gustaría saber que fuentes ha utilizado el periodista, si se ha basado en fuentes escritas y cuales han sido, y si alguien le ha asesorado de alguna manera y de que forma, ya que me sorprende el número de errores que se han producido en este artículo y que he ido comentado en esta entrada. Creo que es una ocasión perdida para haber realizado un buen trabajo periodístico que aportase algo a este tema, al menos de cara al gran público que suele ser ajeno a este tipo de cuestiones, o que si tienen curiosidad y les gusta, pudiesen estar informados de forma correcta, pero no ha sido así. Tendremos que esperar a una nueva oportunidad.


Bibliografía