miércoles, 19 de abril de 2017

Jaume Lustrach, un alquimista en Mallorca

Artículo publicado en la revista "Tanit", nº7, de octubre de 2016.

Por Misterios de las Baleares
Palacio de la Almudaina, con la Torre del Ángel (Fotografía del autor).
La alquimia es la disciplina que buscaba la conocida como "Piedra Filosofal", elemento que permitía transmutar la materia, siendo el ejemplo más conocido la transmutación del plomo en oro. Hay que decir que llegó a estar muy ligada a otras disciplinas, como la astrología, e incluso con disciplinas científicas como la medicina. Durante la Edad Media muchos médicos disponían de conocimientos astrológicos y alquímicos que empleaban a la hora de tratar las enfermedades del cuerpo humano, y es en esta época, que es cuando se puede decir que tuvo su auge la alquimia, se escribieron muchos tratados sobre dicha materia, algunos de los cuales nos han llegado hoy en día. Aún así mucho se desconoce sobre su práctica, ya que tanto ésta como su enseñanza, se realizaba de forma hermética y clandestina.

Durante siglos muchos la han practicado e incluso los poderosos han financiado sus investigaciones, pero sin éxito, al menos que se sepa. Gracias a la alquimia surgió la química y hoy en día la alquimia es considerada una mera superchería o pseudociencia, ligada a las ciencias ocultas, aunque sigue habiendo gente que, en secreto o al menos de forma discreta, la siguen estudiando e incluso practicando.

Mallorca no fue ajena a estas prácticas, se habla de que Ramón Llull, nuestro beato más internacional y conocido, también se introdujo en estudio de la alquimia, llegando incluso a escribir un tratado sobre la misma, aunque parece ser que dicho tratado es apócrifo y que fue escrito por una o varias personas que usaron el nombre de Ramón Llull para darle más legitimidad. Otra historia, y esta sí con cierto fundamento histórico, nos habla de Jaume Lustrach, un alquimista que vino a trabajar a Mallorca por orden real.

Juan I de Aragón
En 1395 el monarca Juan I de Aragón se trasladó a Mallorca para huir de la peste que asolaba la Península, alojándose en el Castillo de Bellver, cerca de Palma. Por la documentación que se conserva, principalmente órdenes de gastos y salarios, contrató a un personaje del cual poco se sabe, llamado Jaume Lustrach o de Lustrach, para realizar ciertos trabajos alquímicos con la intención de obtener oro.

Parece ser que el tal Jaume Lustrach era francés, posiblemente Occitano en base a su apellido. El monarca le proporcionó un laboratorio donde realizar sus investigaciones, situado en la parte superior de la Torre del Ángel en el Palacio de la Almudaina de Palma1, junto con varios sirvientes y unos guardias. El monarca le impuso como plazo el 29 de septiembre, festividad de San Miguel, pero el alquimista supo alargar los plazos. En vista de que el ansiado oro no llegaba el monarca recortó parte de la guardia que había asignado Jaume Lustrach para recortar gastos.

En 1396 Juan I murió durante una cacería, siendo sustituido por Martín I el Humano. Jaume Lustrach continuó trabajando para el nuevo monarca con la obtención de obtener el oro, que no llegaba. En 1399 comunicó al monarca que preveía acabar pronto la obra mayor de la alquimia y el monarca le reiteraba su apoyo, agradeciéndole la obra que Jaume Lustrach le había enviado. Dicha obra es un tratado alquímico escrito por el mismo Jaume Lustrach, dedicado a Martín I y titulado "Liber Fenicis (o de Phoenix) de compositione lapidis philosophorum" o "Obra de la pera filosofal"2, y que se llegó a traducir hasta principios del siglo XVIII en alguna miscelánea alquímica tanto en latín como en alemán.

Martín I "El Humano"
Ahora bien, al final dicha relación cordial acabó como el rosario de la aurora. En 1400 Martín I solicitó informes sobre la actividad de Jaume Lustrach al lugarteniente del gobernador de Mallorca, Berenguer de Montagut, el cual informó al rey que las actividades de Lustrach eran un engaño. Por tanto, el monarca mandó apresar a Jaume Lustrach y que fuese enviado a Barcelona, acabando así su búsqueda de la piedra filosofal.

¿Qué fue de Jaume Lustrach?, nada se sabe. Por lo que parece en la Corte tenía varios valedores, entre ellos la esposa del Rey Doña María de Luna. Si Jaume Lustrach abandonó el reino o permaneció en él, si fue liberado o se mantuvo preso, y si en algún lugar continuó su búsqueda de la magna obra de la alquimia es una total incógnita.

Como recuerdo de esta historia, en la Torre del Ángel existía un horno hasta hace unos años en la parte inferior de la torre, que siempre se ha vinculado a este alquimista como uno de sus elementos de trabajo, pero de forma errónea, siendo más un elemento legendario que histórico, relacionado con la figura del enigmático alquimista Jaume Lustrach.

BIBLIOGRAFÍA

  • VALERO I MARTÍ, G. Palma, ciutat de llegenda. José J. de Olañeta, Editor. Colección La Foradada. Palma de Mallorca. 2003.
  • CONTRERAS MAS, A. Astrología, alquimia y medicina en la Mallorca Medieval. Bolletí de la Societat Arqueològica Lul·liana, nº56, 2000.
  • JURADO, L. Lustrach, el alquimista real. El Mundo Baleares, edición digital del 15 de mayo del 201.
  • ARRIBAS JIMENO, S. La fascinante historia de la Alquimia descrita por un científico moderno. Universidad de Oviedo, 1991.
1. La Torre del Ángel se llama así porque la figura de un ángel la corona. Antiguamente era más alta pero se rebajó su altura durante el siglo XIX por temor a que se derrumbase a consecuencia de los terremotos. En algunas fuentes se menciona que el estudio de Jaume Lustrach estaba en el Castillo de Bellver, dónde residía el rey Juan I, pero es un dato erróneo.
2. Las diferentes fuentes consultadas mencionan uno u otro libro y a pesar de la diferencia del nombre, parece tratarse de la misma obra, ya que Jaime Lustrach parece ser que sólo escribió un tratado alquímico

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